Mejora del paisaje natural mediante el tratamiento y reaprovechamiento de escombros y material de excavación provenientes de la actividad de construcción de la ciudad de Lima

Desde la entrada de vigencia del reglamento para la Gestión y Manejo de los Residuos de las actividades de Construcción y Demolición Decreto Supremo N.º 003-2013-VIVIENDA, y su modificatoria Decreto Supremo 019-2016 -VIVIENDA en el cual “se consideran residuos sólidos de la construcción y demolición a aquellos que, cumpliendo la definición de residuo sólido contenida en la Ley N.º 27314, Ley General de Residuos Sólidos, son generados durante el proceso de construcción de edificaciones e infraestructura, el cual comprende las obras nuevas, ampliación, remodelación, demolición, rehabilitación, cercado, obras menores, acondicionamiento o refacción u otros”. Sin embargo, hasta la actualidad, no existe ningún proyecto de escombrera registrada antes el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, lo que genera que ninguna obra de construcción se rija de manera estricta para el cumplimiento de dicho reglamento, generando desorden y contaminación en las laderas de los principales ríos de Lima y al mar del Callao.

Por otro lado, según un artículo del Diario El Comercio, elaborado por Juan Pablo León en el 2017, se identificó las rutas que realizan los cientos de volquetes que transportan grava, ripio, piedra y escombros de demolición y excavación de las diversas obras de construcción que se llevan en la capital. Dichos recorridos tienen como depósito final las laderas de los principales ríos de Lima y acantilados del mar pertenecientes al Callao.

En Lima, de acuerdo al listado de rellenos sanitarios emitido por el Ministerio del Ambiente el 09 de agosto del 2019 existen seis lugares autorizados para recibir residuos sólidos, en Lurín: San Antonio de Huarochirí, Carabayllo, Cañete, Chancay y el Callao, pero ninguna exclusivamente para residuos de construcción y demolición (RCD). En el 2012, el Municipio del Callao estableció zonas potenciales para instalar escombreras, las cuales aún se encuentran en etapa de proyecto.

Como señala CAPECO, el 70% de RCD son arrojados directamente al mar y a los ríos; y solo el 30% son depositados a los puntos autorizados. Esto debido a que el mercado informal en el sector de transporte de estos residuos tiene un costo muy bajo en el mercado y no precisan de trámites, sumado a la falta de concientización y fiscalización por parte de las autoridades competentes.

Es por ello que desde el año 2018, la Asociación de Estudios Ecológicos e Investigación Civil Sostenible- ADEICS preocupados por la problemática expuesta anteriormente, viene gestionando los siguientes estudios: Estudios Topográfico, Estudio de Línea Base Hidrológica, Estudio de Línea de Base Ambiental, Estudio de Línea de Base Climatológica, Estudio de Riesgo Hidráulico y Protección para la Escombrera y el Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos, para el proyecto de reaprovechamiento Material limpio de excavación y Residuos de construcción y demolición (RCD) generando así una economía circular que conllevan al desarrollo sostenible del país.

Objetivos

• Mejora del paisaje en el área del proyecto mediante la construcción de un relleno controlado y colocación de vegetación.
• Reaprovechamiento de Material limpio de excavación y Residuos de construcción y demolición (RCD).
• Disposición de residuos no reciclables/aprovechables o subproductos del proceso de reaprovechamiento.
• Mitigación de riesgos geodinámicos mediante la creación de una zona en relleno que actúe como control ante eventuales huaycos y deslizamientos de lodos en las quebradas del proyecto.
• Generación de fuentes de empleo directos e indirectos.
• Compromiso ambiental de socios mediante alianzas estratégicas.
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